viernes, 2 de septiembre de 2011

futbolclubbarcelona.CAT

La rivalidad entre el Real Madrid y el Barça se remonta a los tiempos de María Castaña. Ya existía antes de que la mayoría de nosotros hubiéramos nacido. Para eso son los dos clubes mas grandes de España.
 Que el caprichoso destino quisiera que la temporada pasada culminara con cuatro partidos entre estos dos equipos provocó que se pusieran sobre la mesa todos los ingredientes para la polémica que hoy tenemos.
 ¿Qué polémica?. La disensión entre estos dos clubes. Esto ya no es un tema exclusivamente deportivo. Los entes de poder afincados en Cataluña, los que chupan del bote de la política, los que sacan tajada con el meollo del independentismo, utilizan la proyección mundial del F.C.B., su peso específico para hacer bandera de intereses políticos. ¡Claro que el Barça es más que un club!. A día de hoy es un arma arrojadiza contra España, un escaparate de ambiciones soberanistas, un instrumento de hacer ruido.
 La corrupción de la política ha embadurnado de tal manera al Barça en este sentido que somos muchos los que pensamos que las gradas del Camp Nou  se nutre de elementos a los que EL DEPORTE les importa menos que la publicidad soberanista que puedan hacer.
  Para los dirigentes del F.C.B., una goleada al Real Madrid es interpretada como un victoria en su particular batalla contra el resto de España.
 Las pitadas al himno nacional, los insultos a España son habituales y quedan impunes.
Los tentáculos del lobby independentista alcanzan los despachos de todas las áreas del poder. Políticas y deportivas.
 Mucho antes de que viniera al Real Madrid el actual entrenador J. Mourinho, todos los madridistas ya teníamos claro  que había mano negra en los arbitrajes de la liga española, en las decisiones de despacho, en los comités sancionadores...etc y en las competiciones europeas, donde Platiní tiene mucho que ver en todo esto.
El  R. Madrid necesitaba un Mourinho que diera voz de alarma de la injusticia que sufre el madridismo, pero meter el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barça no es la manera. Rechazo rotundamente este tipo de comportamientos. Aquí tiene que ser Florentino Perez el que tiene que dar un golpe sobre la mesa, manejar los hilos con la Comunidad de Madrid, con la alcaldía, con los medios de comunicación...hacer valer sus influencias y su poder, que para eso lo tiene. Pisar fuerte en las dependencias de la Federación Española de Fútbol y de la UEFA.  

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